Si como adultos asumimos que aprender y practicar las leyes espirituales universales nos conduce al éxito personal, ¿por qué no aplicarlo a nuestros niños?, para ellos además será más fácil porque están menos condicionados que nosotros. En este artículo te mostramos cómo enseñarles y practicar las leyes espirituales junto a ellos a través de tres sencillas actividades para cada día de la semana.
1. Ley de la potencialidad pura.
Domingo decirles a los niños “Todo es posible”. La familia se concentra en la idea de que cualquier cosa es posible. Nada nos limita, salvo nosotros mismos, porque el aspecto más real de cada persona es su potencial ilimitado. Al conectarnos con nuestra fuente activamos todas las posibilidades en la vida real. En la práctica esto implica destinar tiempo para experimentar el espacio silencioso de la conciencia pura. Es preciso enseñarles a los niños que el silencio es el hogar del espíritu. Todas las demás voces hablan fuerte, mientras que el espíritu se comunica sin emitir sonido alguno. Con los niños suele ser más eficaz utilizar el vocabulario del corazón que palabras abstractas como potencialidad. “Escucha a tu corazón, él sabe” es una buena forma de comenzar, junto con frases como: Pon el corazón en llegar a ser todo lo que puedes ser. Las tres actividades para el domingo son meditar, apreciar la belleza y la maravilla de la naturaleza y aprender a ver posibilidades nuevas en situaciones conocidas.
2. Ley del dar.
Lunes decirles a los niños “Si deseas obtener algo, da eso mismo”. En este día nos concentramos en las distintas maneras como podemos dar a los demás. Puesto que no hay dar sin recibir, completamos el ciclo tomando nota de ese aspecto también. En el plano espiritual, el éxito depende de atender a las leyes que gobiernan el funcionamiento de la naturaleza, y la ley del dar es una de las más valiosas. A los niños les encanta dar y cuando comienzan a no hacerlo es porque están reflejando las actitudes que ven en los adultos. Las tres actividades para el lunes consisten en dar algo a otra persona de la familia, recibir con gratitud y realizar un breve ritual de gratitud.
3. Ley del karma.
Martes decirles a los niños “Cuando haces una elección, cambias el futuro”. “Karma” es todo lo relacionado con el fenómeno causa-efecto. Nuestros hijos deben saber que toda decisión que tomen creará resultados buenos o malos para ellos —en otras palabras, cada decisión cambia el futuro. Todas las actividades para el día martes se centran en hablar acerca de las decisiones —la manera de tomarlas, la forma como modifican la vida, los resultados que esperamos obtener al optar por un camino u otro.
4. Ley del menor esfuerzo.
Miércoles decirles a los niños “No te resistas, sigue la corriente”. La ley del menor esfuerzo nos pide que reconozcamos la frescura de la vida permitiendo su libre desenvolvimiento. Nos dice que debemos vivir el momento, buscar la ayuda de la naturaleza y dejar de culpar a los demás o a las cosas externas. Aunque para nosotros es muy difícil ir con la corriente, para el niño es algo muy natural. La aceptación es un concepto clave porque cada vez que oponemos resistencia desperdiciamos gran cantidad de esfuerzo. El no estar a la defensiva, es una actitud relacionada con la aceptación, porque el hecho de tener que defender nuestro punto de vista crea conflicto y caos, los cuales representan un desperdicio enorme de energía. Así, la ley del menor esfuerzo nos aporta la fe y la paciencia. El tercer elemento, es la responsabilidad. Todos somos responsables por lo que sentimos, lo que deseamos y la forma como enfrentamos los desafíos de la vida. Las tres actividades consisten en encontrar diversión en una actividad, reducir el trabajo e identificar formas como la naturaleza nos ayuda.
5. Ley de la intención.
Jueves decirles a los niños “Cada vez que deseas algo, siembras una semilla”. Los niños deben aprender que el deseo es el camino hacia lo divino, y que la intención es su principal herramienta para recorrer ese camino. Lo que anhelamos determina lo que obtenemos. Cuanto más concretos con respecto a sus intenciones aprendan a ser los niños, más fácil les será ordenar su vida, puesto que el orden comienza en la mente. Las tres actividades del día se centran en aclarar la mecánica del deseo: enumerar o enunciar los deseos de la manera más específica posible, liberar los deseos al universo, con plena confianza en que la mecánica de la creación generará un resultado, y permanecer alerta al momento presente, que es donde ocurren todos los resultados.
6. Ley del desapego.
Viernes decirles a los niños “Disfruta el viaje”. No es desapego manifestar falta de interés. No es desapego decir que algo no es responsabilidad nuestra cuando sí lo es. No es desapego hacer caso omiso de las necesidades y los sentimientos de los demás. No es desapego buscar ser siempre el número uno. Enseñarles a los niños a evitar esas actitudes es una buena manera de iniciarlos en el camino del desapego. El desapego es el punto de vista que nos permite disfrutar del viaje de la vida. Ese goce es básico para el éxito. Las tres actividades implican ver el mundo con mayor desapego a través de lo siguiente: reconocer que el “verdadero yo” es espiritual, aceptar que la incertidumbre es inevitable y que no debe ser objeto de temor, y aprender a encontrar el equilibrio en las pérdidas y las ganancias.
7. Ley del dharma.
Sábado decirles a los niños “Estás aquí por una razón”. En cierto sentido, el día del dharma es el día de la ley la culminación de toda una semana dedicada a las leyes espirituales. Este día reflexionamos sobre qué tan bien hemos cumplido la ley espiritual, cuan sintonizada está realmente nuestra existencia con la armonía del universo. Hoy les recordamos a nuestros hijos que están aquí por una razón. La meta más elevada en la vida es encontrar ese propósito y vivir de conformidad con él. El día de hoy medimos nuestro éxito de acuerdo con la plenitud de la semana, la tranquilidad y las oportunidades que nos ha traído, las nuevas oportunidades y los nuevos conocimientos de los que nos hemos percatado. Las tres actividades se centran en el propósito de la vida a medida que ésta se despliega ante los niños. Preguntémosles a nuestros hijos: “¿En qué punto estás ahora mismo?” , resaltemos que cada uno de ellos es único.
Este artículo es producto de las miles de cartas que recibió Deepak Chopra de parte de los lectores de Las siete leyes espirituales del éxito.
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