El idioma sánscrito, sea cual fuere su antigüedad, posee una estructura exquisita; más perfecta que la del griego, más abundante que la del latín, y más exquisitamente refinada que la de ambos. Sin embargo posee con ambos idiomas una gran afinidad, tanto en las raíces de los verbos como en las formas de la gramática, que lo que pudiera ser factible se deba a un mero accidente; tan fuerte es esta afinidad, que un estudioso que los examinara a los tres, no podría sino concluir que ellos provienen de alguna fuente común, la cual tal vez ya no exista; existe una razón similar, aunque tal vez no tan fuerte, para suponer que tanto el gótico como el celta, si bien mezclados con un idioma muy distinto, tuvieron el mismo origen que el sánscrito. -William Jones, 1786-
El sánscrito rigvédico es uno de los más antiguos registros de un idioma indo-ariano, y es uno de los más antiguos registros de la familia de idiomas indoeuropeos. El descubrimiento del sánscrito por parte de los primeros exploradores europeos de la India condujo al desarrollo de la filología comparativa. Los intelectuales del siglo XVIII quedaron sorprendidos por la gran similaridad del sánscrito, tanto en cuanto a gramática como vocabulario, con las lenguas clásicas europeas. Importantes estudios científicos posteriores han permitido determinar que el sánscrito y muchos idiomas indios derivados corresponden a una familia que incluye al inglés, alemán, francés, italiano, español, celta, griego, báltico, armenio, persa, tocario y otros idiomas indoeuropeos.
La evolución del idioma en la India puede ser estudiado en tres períodos: antiguo, medio e indoariano moderno. La forma clásica de indoariano antiguo era el sánscrito, un idioma pulido, cultivado y correcto (en forma similar al español), en comparación con el prácrito – el idioma práctico de las masas de migrantes que evolucionaba sin importar una pronunciación o gramática correcta, la estructura del lenguaje cambiando en la medida que esas masas se entremezclaban, se asentaban en tierras nuevas y adoptaban palabras de pueblos que tenían sus propios idiomas nativos.
El prácrito se convirtió en el indoariano medio, que dio lugar al palí (el idioma de los primeros budistas y de la era Ashoka hacia el 200-300 a. C.), el prácrito (el idioma de los filósofos jainas) y Apabhramsa (el idioma mezcla en las etapas finales del indoariano medio). Los estudiosos sostienen que es el Apabhramsa, el que se desarrolla dando lugar al hindi, gujarati, bengalí, marathi, punjabi y muchos otros idiomas en uso en la actualidad en el norte, este y oeste de la India. Todos estos idiomas indios poseen raíces y estructuras similares a las del sánscrito, entre sí y con otros idiomas indoeuropeos. Por lo tanto se puede concluir que en India existe un registro continuo de 3000 años de historia lingüística que se ha preservado en documentos históricos. Ello le permite a los estudiosos analizar la evolución de los idiomas y observar como mediante cambios apenas perceptibles entre generación y generación, un idioma original se altera dando lugar a idiomas descendientes que difícilmente sean reconocibles como ramas de un mismo tronco.
El sánscrito ha tenido un impacto muy importante en los idiomas y literatura de la India. El hindi, el idioma más hablado de la India, es un "registro sanscritanizado" del idioma khariboli. Además, todos los idiomas indoarianos modernos, los idiomas munda y los idiomas dravídicos, han tomado muchas palabras sea en forma directa del sánscrito (palabras tatsama), o indirectamente mediante idiomas indoarianos de transición o medios (palabras tadbhava). Se estima que las palabras originarias del sánscrito constituyen aproximadamente el 50 % del vocabulario de los idiomas indoarianos modernos, y las formas literarias de dravídico télugu, malaialam y canarés (kanada).
Parte de los idiomas indoarios orientales, el bengalí provienen de los idiomas indios medios orientales, y sus raíces se pueden rastrear hasta el siglo V a. C., en el idioma ardhamagadhi.
El idioma tamil, una de las principales lenguas clásicas de la India, desciende de los idiomas protodravidianos, que eran hablados hacia el II milenio a. C. en la India peninsular. La literatura tamil ha existido por más de dos mil años y los registros epigráficos más antiguos se remontan al siglo III a. C.
El idioma canarés (kannada), otro importante idioma clásico dravidiano se encuentra registrado mediante epígrafes del I milenio a. C., y floreció en cuanto a la producción literaria del canarés (kannada) antiguo durante la dinastía Rashtrakuta hacia los siglos IX y X. Hay quienes sostienen que como lenguaje hablado podría ser más antiguo que el tamil a causa de la existencia de palabras que poseen formas más primitivas que en tamil. El canarés preantiguo (o purava hazhe-gannada) era el lenguaje de Banavasi a comienzos de la era común, en los periodos Satavahana y Kadamba y por lo tanto posee más de 2000 años de antigüedad.
Se ha sugerido que el edicto de Ashoka encontrado en el sitio arqueológico de Brahma-guiri (fechado hacia el 230 a. C.) contiene una palabra en canarés.
Además de los idiomas indoeuropeos y dravidanos en la India también se utilizan idiomas austro-asiáticos y tibeto-burmanos. Estudios de genoma de los grupos étnicos de la India indican que es probable que los primitivos colonos de la India fueran tribus austroasiáticas. El idioma en la India y la fusión cultural no se debe solo a grandes migraciones de indoarios desde Asia central y Eurasia occidental por el noroeste, los estudios de genoma sugieren que una gran ola humana posiblemente hizo su ingreso en India hace mucho tiempo, por el noreste, junto con poblaciones tribales de origen tibeto-burmano. Sin embargo, estudios de genoma de distancias Fst sugieren que los Himalayas del noreste sirvieron de barrera, en los últimos 5000 años, tanto a las migraciones humanas como al admixing. Los idiomas que se hablan en esta parte de la India comprenden el austro-asiático (por ejemplo khasi) y el tibeto-burmano (por ejemplo nishi).
Literatura india
Las primeras obras de la literatura india fueron transmitidas originalmente de manera oral, y siendo recopiladas en escritos algunos siglos más tarde.
Estas obras incluyen textos de la literatura sánscrita – tales como los primeros Vedas, las epopeyas Majábharata y Ramaiana, el drama Abhijñanasakuntalam (‘el reconocimiento de Sakuntala’) y poesías como los Maja-kaviá y textos de la literatura sangam, en idioma tamil.
Epopeyas
El Ramaiana y el Majábharata son las dos epopeyas más difundidas y antiguas de India. Se han adaptado versiones de estas epopeyas en algunos países del sudeste asiático tales como en Tailandia, Malasia e Indonesia. El Ramayana consiste de 24 000 versos, y cuenta la historia de Rama (una encarnación o avatar del dios hinduista Visnú), cuya esposa Sita fue secuestrada por Rávana, el rey demonio de Lanka. Esta epopeya jugó un papel clave en establecer el rol de dharma como una idea fuerza del modo de vida hinduista.
Las primeras obras de la literatura india fueron transmitidas originalmente de manera oral, y siendo recopiladas en escritos algunos siglos más tarde.
Estas obras incluyen textos de la literatura sánscrita – tales como los primeros Vedas, las epopeyas Majábharata y Ramaiana, el drama Abhijñanasakuntalam (‘el reconocimiento de Sakuntala’) y poesías como los Maja-kaviá y textos de la literatura sangam, en idioma tamil.
Epopeyas
El Ramaiana y el Majábharata son las dos epopeyas más difundidas y antiguas de India. Se han adaptado versiones de estas epopeyas en algunos países del sudeste asiático tales como en Tailandia, Malasia e Indonesia. El Ramayana consiste de 24 000 versos, y cuenta la historia de Rama (una encarnación o avatar del dios hinduista Visnú), cuya esposa Sita fue secuestrada por Rávana, el rey demonio de Lanka. Esta epopeya jugó un papel clave en establecer el rol de dharma como una idea fuerza del modo de vida hinduista.
Las partes más antiguas del extensísimo texto del Majábharata son anteriores al 400 a. C. y se estima que tomó su forma final hacia comienzos del período Gupta (siglo IV d. C.).
Otras variaciones regionales de estas, como así mismo ciertas epopeyas no relacionadas con ellas son el Rama-avataram (en tamil), el Pampa-bharata (en canarés), el Rama-charita-manasa (en hindi), y el Adhyathma-ramaianam (en malayalam).
Además de las dos grandes epopeyas indias, existen cuatro importantes epopeyas escritas en tamil: el Silappatikaram, el Manimekalai, el Chivaka-chintamani y el Valayapathi.
Evolución posterior
En el período medieval hizo su aparición la literatura en canarés y télugu, en los siglos V y XI respectivamente.
Posteriormente, la literatura comenzó a manifestarse en diferentes idiomas tales como maratí, bengalí, diversos dialectos del hindi, persa y urdú.
A comienzos del siglo XX, el poeta bengalí Rabindranath Tagore ganó el premio Nobel de literatura en 1913, siendo la primera persona de la India en recibir un premio Nobel. En la literatura india contemporánea, existen dos premios importantes; estos son el Sahitya Akademi Fellowship y el Jnanpith Award. Ocho premios Jnanpith han sido otorgados a producciones en hindi y otros ocho en canarés, cinco en idioma bengalí, cuatro en idioma malayalam, y tres en guyaratí, marathi y urdú y dos en cada uno de los siguientes idiomas asamés, tamil y télugu.
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