La dieta de los seis sabores

Las recomendaciones dietarias de la medicina Ayurveda no hacen énfasis en las cantidades de calorías que se deben consumir, sino que contempla los diferentes tipos constitucionales o biotipos y en cómo cada uno de ellos metaboliza los alimentos. Desde esta perspectiva, se plantea con un concepto revolucionario: la existencia de seis sabores que actúan de manera muy profunda sobre la mente, el cuerpo y el ser interior.

Cada uno de estos ellos actúa, a través de las papilas gustativas, “hablándole” a las células  transmitiendo información para llevar a cabo infinidad de funciones que hacen a la salud de la persona y a la manutención de la memoria celular. Cada uno de estos gustos actúa de manera peculiar en los biotipos constitucionales básicos denominados Vata, Pitta y Kapha. Aquí, una breve caracterización de cada uno de ellos.

Vata. Son de escaso desarrollo físico, el tórax es plano; además, las venas y los tendones musculares son visibles. La piel es fría, áspera, seca y agrietada.  Las personas Vata tienden a ser, o bien muy altas o muy bajas y de estructura corporal delgada. El desarrollo muscular es pobre. El pelo es ondulado y escaso. Las pestañas son delgadas y los ojos, opacos, pueden verse hundidos, pequeños, secos, muy activos. Además, la conjuntiva es seca y oscura. Las uñas son rugosas y quebradizas. La nariz es torcida y levantada. El apetito y la digestión son variables. La gente Vata se antoja de sabores dulces, agrios o salados y le gusta las bebidas calientes.

Pitta. Los músculos presentan desarrollo moderado. El cutis puede ser cobrizo, amarillento, rojizo o blanco. La piel es suave, caliente y menos arrugada que la piel del Vata. El pelo es delgado, sedoso, con tendencia a las canas y a la caída prematura. Los ojos son penetrantes y agudos; y las uñas son suaves. La nariz es aguileña y se enrojece con facilidad. El metabolismo es rápido, la digestión es buena y el apetito fuerte. Son de altura mediana y la estructura puede ser delicada. La piel tiene muchos lunares y manchas. Tienden a consumir grandes cantidades de comida y líquido. Los huesos y articulaciones no son tan prominentes como los de los Vata. Los Pitta prefieren los sabores dulce, amargo y astringente y disfrutan de las bebidas frías.

Kapha. Son generalmente bien conformadas físicamente. Tienen cuerpos bien desarrollados con una fuerte tendencia al sobrepeso. El tórax es ancho y extenso; y las venas y tendones están escondidos bajo la piel. El cutis suele ser hermoso y resplandeciente; la piel se ve suave, lustrosa y aceitada; además de fría y pálida. Las pestañas son densas y los ojos grandes y atractivos. La conjuntiva no tiene tendencia al enrojecimiento como la de los Pitta. Los huesos son anchos y prominentes. El apetito es regular y la digestión es lenta. Al biotipo Kapha le gusta la comida picante, amarga y astringente. El tránsito es lento; la transpiración, moderada y el sueño es profundo y prolongado.

El contacto directo del alimento sobre la lengua determina una serie de cambios bioquímicos que permite la percepción del sabor o rasa de una manera inmediata. A su vez, hay un efecto de cada alimento sobre la digestión que se denomina potencia o virya, que puede ser caliente (activa la digestión) ó fría (enlentenciendo la digestión). Además, hay un efecto post-digestivo o vipak que es más sutil y mediato que la rasa ó sabor y que estaría dado por el gusto que percibe la célula posteriormente a la digestión de un alimento.

Estos seis sabores están formados por los siguiente cinco elementos: éter, aire, fuego, agua y tierra. Así tenemos que el dulce está formado por tierra y agua;  el salado, por agua y fuego; el ácido, por fuego y tierra; el amargo, por aire y éter;  el astringente, por aire y tierra; y el picante, por fuego y aire.

A Vata lo favorece el dulce, salado y ácido. Asimismo, no le resulta favorable el amargo, astringente y picante. A Pitta le viene bien el dulce, amargo y astringente y no lo el salado, ácido y picante. A Kapha, por su parte, le resulta conveniente el amargo, astringente y picante y debe evitar el dulce, salado y ácido.

Cómo repercute cada sabor en el cuerpo

El dulce incrementa todos los tejidos, los nutre, promoviendo el desarrollo de un cuerpo robusto y firme; da fuerza, estabilidad, vigor y vitalidad. . Alivia la sensación de quemazón, elimina el hambre y la sed. Es un sabor pesado y oleoso, y generalmente frío, por lo que no estimula especialmente la digestión.

El salado estimula la digestión, incrementa las secreciones en la boca, licúa el mucus y permite un mejor flujo de sustancias a través de los variados canales de circulación del organismo, teniendo un suave efecto laxante.

El ácido incrementa el apetito, es carminativo (previene gases), estimula la digestión, la secreción salival y calma la sed. Aclara la mente, estabiliza las funciones de los sentidos y promueve el crecimiento. Es liviano y oleoso.

El amargo es un sabor poco utilizado en nuestra cultura. Restaura todos los sabores, es purificante, seca las secreciones corporales, actúa como antiinflamatorio, contrarresta la sed y es un antídoto contra los parásitos, el envenenamiento, las quemaduras, el prurito y los desmayos. A pesar de no ser muy sabroso, estimula el apetito; además purifica la leche materna y es febrífugo.

El astringente es sedativo, constrictivo, seca la humedad interna, ayuda a curar úlceras, hemorragias y otras heridas abiertas.

El picante purifica la boca, es diaforético (induce la sudoración), estimula el fuego digestivo, agudiza los órganos sensoriales, cura el edema, la obesidad, la untuosidad y la humedad. También dilata los canales, remueve obstrucciones, seca los alimentos ingeridos haciéndolos más digestibles, disminuye la congestión  y es expectorante.

Autor: Dr. Sergio Luis Suárez, especialista en medicina Ayurveda.

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